En una primera toma de contacto realizamos todas las pruebas necesarias para determinar con la mayor precisión el problema auditivo de nuestro cliente.

› Anámnesis: Con una serie de preguntas recogemos todos los datos de nuestros clientes y trabajando con una metodología propia podemos empezar a valorar el problema auditivo.

› Otoscopia: La otoscopia sirve para examinar el oído en su porción más externa: desde la oreja hasta el tímpano. Permite detectar infecciones y otras patologías del oído de una forma fácil y sencilla, sin molestias.

› Audiometría tonal/vocal: Este siguiente paso se realiza en la cabina de audiometría pudiendo realizar mediciones muy exactas del problema auditivo.

Posteriormente, una vez analizadas todas las pruebas, podemos empezar a plantear la mejor solución para resolver el problema auditivo de nuestro cliente.

La solución con mejores garantías para conseguir mejorar la audición, la salud y la calidad de vida, es la adaptación de audífonos.

Buscamos que haya una conexión entre el audífono y el entorno de nuestros clientes.

En nuestra metodología de trabajo no solo educamos a las personas a convivir con el audífono, sino que también, nos encargamos de informar y enseñar a sus familiares para que le ayuden a adaptarse y tenga una buena calidad de vida, disfrutando de una mejor salud.

Esa conexión la conseguimos con un seguimiento continuo de cada uno de nuestros clientes, realizando todas pruebas necesarias y puesta en práctica de toda la tecnología de la que disponemos.